martes, 12 de marzo de 2024

Nota. 23.12.23

–  Haxajuä Macaria!, 

quiero una

– Pero ya comiste?
– Verdad de dios que sí, es que ya no me aguantaba
– Chángate un taco, para que no te haga mal
– Ya comí!

– A ver si hay un resto por ahí, voy a exprimirle porque ya no hay

– Como de que no hay, tiene que haber, ira nada más me engañas
No que no había
– Es que te doy la que me tocaba a mi
Es que verte como estas, mejor tomate la mía para que te hidrate o te deshidrate
 Y ¿Porque no te habíamos visto?
– Es que vengo del doctor, ándale Macaria con esa cuba, que estoy que me carga el diablo, daría mi alma por una cuba
– Nada mas no vayas a dar o apostar a tu hija porque está cabron...

jueves, 22 de febrero de 2024

Un tanto plañidera





Actualmente se está trabajando en esta obra.
  Es posible que a causa de ello, haya lagunas de contenido o deficiencias de formato del artículo.


El día de muertos ya viene, lo sé no por la fecha, lo sé porque la he encontrado llorando detrás de la nopalera.

¡Mmm! Y siempre es así, cada que llegan estas fechas se pone un tanto plañidera.

Hoy me desperté más temprano de lo habitual, a las 5:30 de la madrugada, escuche que la llave del patio derramaba agua, me he levantado a cerrarle, por lo regular me despierto al escuchar cantar el gallo, hoy no fue así.

mire que su petate estaba desacomodado con sus cobijas echas a un lado, quizás jalo pal monte, me digo yo, a lo mejor fue por mezotes pal fogón.

Ya viene el Día de Muertos, con sus olores a sumerio, a cempasúchil, a copal y pan de difunto.

Son días que se sienten y que a ella le duelen muncho, no lo dice, pero lo sé, hay ocasiones en esos días que la he escuchado llorar detrás de la nopalera, a veces pienso que es por la falta de mi apa, mi tata al que no ha dejado ir y por lo que no soporta estos días. 

– ¿Qué tienes?

 ¡Nada madre! Nada.

 ¿Extrañas muncho a mi apa verdad?

 No madre, ¿y tú, lo extrañas?

 Sí, muncho, recuerdo que cuando vivía le daba una su caguama uno su dinero, no sé si recuerda ama que toda la familia se reunía abajo del mezquite, nomás pa' pasar el rato.

 ¡Hay madre! Me vas a hacer llorar recordando esos días. Me acuerdo de que munchas veces venían al año tus tillos y mis suegros, tus hermanos, pero ya no, no sé qué les cayó en su plato, todo eso se siente feo, me tratan como un tsaty’o.

¡Mmmm! La verdad es que casi no le visitan porque hace unos de esos dramas que a naiden les gusta divisar, sé que no es su culpa, yo igual extraño a mi apa. Sin pensar mucho es algo en lo que si coincido con mi ama, si se siente su ausencia aun cuando no lo reconozca mi madre.

A raíz de la muerte de mi tata, a mi ama, muchas veces la he escuchado diciendo que está enferma y que hasta dice sentir que el corazón le falla, pero yo sé que es por tanto dolor y que eso de la enfermedad es puro invento.

¡Inventos, puros inventos!

Ella cuenta que la muerte pronto le va a llevar, pero diosito no cumple caprichos y ella lo debe de saber, no le hace justicia porque aún no le toca la hora, y llora, llora muncho por eso, pienso que los dolores que dice tener solo son dolores que están en su cabeza, pura invención y nada más, pero hay veces que me pone a pensar seriamente, dudando de mi sentir, como la vez que la encontré que regresaba del monte, bien triste y decaída con un racimo de Pest'o, pirúl, manrrubio y ruda. Dizque pa' hacerse una limpia, quezque pa' que le deje de doler el pecho, porque según ella traía fuerte aire, qué dizque lo había agarrado en la mala hora.

Lo que si se aprecia es que la muerte de mi tatá le volvió un tanto plañidera.

Recuerdo que todos hablan de aquella tarde, esa tarde en la cual le fallo su corazón a mi tata, a ciencia cierta no se sabe que paso, lo único que se dice por ahí, porque la gente argüendera así lo cuenta, es que mi tata y el Higinio discutieron por mi hermana, ¡decía el Higinio que dizque lo habían burlado!, eso es lo que repetía el mentado Higinio, ¡pero no!, lo cierto es que se me figura que lo dejaron por malo al señor y eso la gente lo sabe, porque lo vio. Veían como llegaba borracho de tanto tomar pulque y empezaba a golpear a mi hermana, dice la gente que hartas veces la vieron salir de su casa sangrando de la boca, corriendo rumbo al monte pa' que ese borracho no la siguiera maltratando.

¡Puro susto!, pura mala vida pa' mi hermana con ese hombre.

En ocasiones pienso que quizá por ello, por tanto, maltrato del Higinio se le ha alejado los hombres y por eso mismo ella es mala, muy mala con ellos, Ha de pensar que así desquita su coraje, ese coraje que trae muy dentro y que le dejo el mentado Higinio.

Pero no, mi hermana está mal, solo se engaña sólita.