la banda de moebius, mi vida misma.
!Malditas piedras!, lastiman las plantas de mis pies, como si no trajera zapatos, pero no les juzgo, han caminado demasiando y su suela de goma se ha desgastado y reducido a milímetros.El Sonido de la urbe invade mis oídos mientras camino por la delgada línea del centro de la calle. Escucha!. No te atormentan las olas de esta ciudad?, los ruidos, toda esta mierda, es tan bullicioso.
El mendigo que siempre observo está ahí, como un árbol arraigado a ese suelo que le suporta, esa imagen buñuelesca que observo es el indicio de que mi vida no ha cambiado en absoluto, toda una rutina, la banda de moebius, mi vida misma en donde voy del punto “A” sin llegar al “B” porque no existe.
Los olores de mi alrededor se impregnan en mí, el puesto de garnachas, los colores, la gente, No podría explicarlo, pero la libertad que me aqueja en este instante es irreal, se llenan mis pulmones de aire y me desvanezco de nuevo en esa imagen de mi persona en él estudio, entre el olor de la pintura rancia,
entre el lienzo y sus colores,
en el verde,
en el blanco,
en el azul, etc, etc, etc.
mis demonios me observan rasgando el lienzo queriéndome
arrastrar consigo.......
D.R. Bernardo Santiago Angeles - MVBSA © Copyright. Todos los derechos reservados. Prohibida su reproducción total o parcial sin autorización del editor.
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