Todo era alegría, felicidad pero nadie sabía lo que sentía,el fuego que me devoraba, el cual creía extinto vuelve con más fuerza, en ese instante era yo como el tiempo, me consumía lentamente minuto a minuto junto con lo negro de la noche.en un instante me vi por esa calle oscura, solo, caminando sin sentido alguno con pensamientos e ideas que explotaban en mi mente.Una escena que vuelve a mi vida,una escena que aborrezco.De nuevo me hace compañía la nana blanca que pende a escasos metros sobre me cabeza, solo ella me conoce, solo ella me acompaña y ahora en este instante es quien ilumina mi camino.ya no se escuchan risas ni observo personas alegres a mi alrededor solo cantos de grillos que siembran sonido en el silencio precedidos de unos ladridos a lo lejos quizás anunciando la llegada del intruso y los cuales me hacen estremecer, en medio de todo recuerdo su rostro, !quizás es la niña más hermosa que haya visto¡, quisiera decir algo cuando esta frente a mi pero los dioses de antaño roban toda fuerza y valor para hacerlo, ahora se su nombre y ello me hace sentirme de nuevo aun cuando las espinas de su alrededor hieran toda ilusión junto a ella.
EL PERDEDOR
Es una lucha constante con el tiempo, saber que llegas a mí y sin decir palabra alguna te pierdo.
Por el temor de ser,por el temor de hacer,por el temor de decir,te pierdo.
Ya no quiero herrar.
Ya no quiero perder.
Quiero tenerte.
Saber que eres mía y de nadie más;
para poder mírate,
para poder escucharte,
para poder olerte,
para poder tocarte,
para poder saborearte,
Te he visto llegar a mí de mil maneras y mil veces te he perdido.
D.R. Bernardo Santiago Angeles - MVBSA © Copyright. Todos los derechos reservados. Prohibida su reproducción total o parcial sin autorización del editor.
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