viernes, 11 de agosto de 2023

Nota. 05.04.21 - En los pulques de la güera, con el ñor que se creía muy lion para la rayuela.

 


¡𝗦𝗲 𝗾𝘂𝗲𝗱𝗼́ 𝗮𝗹 𝗯𝗼𝗿𝗱𝗲❗


Se detuvo en la línea acariciando la moneda, parecía en esos momentos dar una plegaria al santísimo para que esta cayera en el diminuto hoyo que yacía en el anaranjado y ennegrecido tabique, colores indicativos de una buena cocción.


- En nombre sea de Dios! Se escuchó decir.


Se persignó con el metal que traía entre los dedos de la mano izquierda dibujando una cruz invisible entre sus hombros y cabeza, alargo la mano, como afinando la puntería, entonces la arrojo, dio varias vueltas por el aire, era una moneda de carranza, de color amarillento. Al caer, esta se balancea en el borde del hoyo sin meterse en el lugar deseado. Balanceándose sin caer aún, se escuchaba infinidad de maldiciones.


- Métete, métete, métete carajo!  grito de tal manera que las palomas paradas en el mezquite alzaron el vuelo entre estrepitosos aleteos.

Haciendo ademanes y mucas, aquel jugador que yacía parado detrás de la línea de cal pintada sobré el suelo, entre un sin fin de palabras engurruño las manos hasta que formaron unos puños.


- Malaya sea! Pinche moneda hija de la chingada, casi me daba un 8.

No hay comentarios:

Publicar un comentario